Este largo fin de semana he estado releyendo un magnífico libro, Thinking for a Change; Lisa. J. Scheinkopf, cuyo título juega con los significados de “Pensar, vara variar” y “Pensar para cambiar”.
En él detalla el Thinking Process que el amigo E.M. Goldratt fue mostrando en sus diferentes novelas, ensayos y artículos. Si alguien quiere tener todo el método en un mismo documento, éste es su libro.
El Thinking Process es una aproximación sistemática para ayudarnos a responder a las preguntas que nos planteemos y los problemas que queramos abordar. Pero…
…hay quien dice, y estoy totalmente de acuerdo, que la información es “la respuesta a la pregunta formulada”. No son papeles y papeles, gráficas y gráficas, reportes y reportes, bases de datos y bases de datos, emails y emails,…
No.
Ni siquiera los datos necesarios para, una vez tratados, poder responder a la pregunta formulada.
No, repetimos: información es la respuesta a la pregunta formulada.
De aquí surgen dos aspectos muy importantes:
en primer lugar la necesidad de tener clara la pregunta o problema que tratamos de resolver.
en segundo lugar, utilizar un enfoque sistemático y, razonablemente, ordenado que permita extraer información (lo que necesitamos) de una montaña de datos (lo que solemos tener). Si te animas a utilizar el Thinking Process, este paso implica seleccionar la herramienta –o las herramientas- adecuada (de las varias que propone). Solamente de esta manera lograremos no caer en la parálisis por el análisis.
…si ya sabemos la respuesta, para qué necesitamos ninguna herramienta y…
… si no queremos saber la respuesta, para qué necesitamos ninguna herramienta.
¿No os parece?
dnl